La situación comenzó hace un año en la manzana 1 y no ha habido una solución por parte de las autoridades.
Hace aproximadamente un año, los residentes del barrio Onzaga, en la manzana 1, comenzaron a notar cambios drásticos en su entorno con la llegada de nuevos vecinos al sector. Lo que en un principio se percibía como una actividad comercial normal, rápidamente se transformó en una pesadilla para la comunidad.
La vivienda, que recibe diariamente vehículos de carga pesada, motos y otros tipos de transporte, ha provocado serios problemas de tránsito en la zona. “Los ingresos a nuestras casas están bloqueados constantemente”, comenta uno de los vecinos afectados. Los residentes denuncian que cualquier intento de reclamar a los responsables de la bodega es recibido con agresiones verbales e incluso físicas.
La situación ha escalado hasta niveles alarmantes. Los denunciantes aseguran haber sido amenazados con armas de fuego. “La señora nos acusa, nos insulta, nos amenaza y la consigna de ellos es que nos van a sacar de la casa, que nosotros no nos merecemos esa casa y nos van a sacar”, relata un ciudadano que prefirió mantener su anonimato por temor a represalias.
A pesar de que la comunidad ha informado repetidamente a las autoridades sobre estos hechos, no han logrado obtener una solución. “La situación es la misma y con el paso del tiempo empeora”, señalan los afectados, quienes se sienten desamparados y temen por su seguridad y la de sus familias.